martes, 29 de abril de 2014

● Sierra de las Nieves - Subida al Cerro Alcojada y al Abanto

Cerro Abanto (1.508 m.)

30 de Marzo de 2014
Ruta con muchos alicientes por la Sierra de las Nieves, entre pinos y pinsapos, con mucha roca caliza y amplias panorámicas al Cerro de la Alcazaba y al Torrecilla, con un cresteo final al Cerro Abanto bastante entretenido, aunque algo peligroso. La bajada, muy rompepiernas, discurre en su mayor parte por un bonito sendero que cruza el Arroyo de los Quejigos y faldea el Cerro Alcojada por su parte noreste.

Panorámica 3D de la ruta

Dificultad técnica: Media-Alta. La subida al Cerro Abanto es complicada y con algunos pasos aéreos. La bajada por la torrentera de piedras es muy técnica, con mucha piedra suelta.
Dificultad física: Media. La bajada desde el Cerro Abanto hasta el arroyo es muy física y machaca bastante las piernas. La bajada del Cerro Alcojada es sin sendero por zona de mucho motorral espinoso.
Tiempo Total: 6 h. 23 min. Distancia Total: 11,84 km. Ruta Circular.
Desnivel máx.: 1.510 m. Desnivel mín.: 1.057 m. Desnivel acum.: 870 m.
Participantes: Los valientes de siempre: Juan López y Rafael Blasco.
Cimas: Cerro Alcojada (1.498 m.) y Cerro Abanto (1.508 m.).
Ubicación: Al sur del Parque Natural de la Sierra de las Nieves. Son unas cimas más modestas y no tan conocidas, aunque no por ello menos bonitas, si las comparamos con la mole del Parque, el Pico Torrecilla (1.919 m.) máxima altura de Málaga íntegramente en la provincia. La Maroma, con 2.069 m. de altura, es la máxima altura provincial aunque solo la cima y la vertiente sur pertenecen a Málaga, el resto es de Granada.
Paisajes: la ruta no tiene desperdicio de principio a fin. Sendero entre pinos, visita a los pinsapos más antiguos del parque y casi en ningún momento perdemos de vista al imponente Torrecilla. Las panorámicas del cauce del Arroyo de los Quejigos descendiendo hasta el nacimiento del Río Verde son espectaculares. Al sureste tenemos Sierra Real, con su oscuro Plaza de Armas (1.330 m.), y al noreste la abrupta caída del Torrecilla hasta el mismo arroyo. Desde el Cerro Alcojada se divisa, al noroeste, el perfil incomparable del pueblo de Ronda en plena serranía y, más al oeste las sierras más orientales del Parque Natural de Grazalema.
Accesos:  Desde Málaga, cogemos la A-7 y rebasamos Marbella hasta llegar a la población de San Pedro de Alcántara. Una vez ahí, nos desviamos por la sinuosa A-397 en constante subida dirección Ronda. Poco antes de llegar al pueblo, un cartel indicativo a nuestra derecha nos señala el desvío hacia el Área Recreativa de los Quejigales. Seguimos dirección este por la pista (en buenas condiciones) sin desviarnos del principal, dejamos a nuestra izquierda el camping y, un poco más adelante, tras cruzar un pequeño puente, obviaremos también a nuestra derecha otra carril que nos llevaría al Cortijo de la Fuenfría. Poco después nos encontraremos de frente con el Cortijo de las Navas de San Luis con  el acceso privado y cortado para vehículos. Seguiremos el carril por la izquierda en subida, rodeando los extensos terrenos del cortijo, hasta volver a bajar unos kilómetros más tarde hasta encontrarnos un llano junto al camino con numerosos carteles de senderos del Parque. Aparcamos y ahí comienza nuestra ruta.
GPS: Ruta subida a WIKILOC. Pincha aquí para descargarte el track de la ruta.
Mapas: Mapa del IGN, MTN50 Histórico, nº 1065 (Marbella) año 2008, escala 1:50.000


Parking y lugar de inicio de la ruta

El día anterior había estado diluviando toda la jornada por lo que, hasta última hora, no tuvimos claro que fuésemos a realizar la ruta. Aunque por la noche despejó, el día había amanecido con claros y nubes, aunque estas últimas se fueron disipando a lo largo del día dejando paso a una tarde muy soleada.


La primera parte de la ruta discurría por un frondoso camino, que coincidía con el Sendero de las Escaleretas, que obligaba a desviarnos ligeramente de nuestro destino para realizar la ineludible visita al colosal "Pinsapo de las Escaleretas", el Matusalén del Parque con 26 m. de altura y entre 350 y 500 años de antigüedad.


El Pinsapo de las Escaleretas fue declarado Monumento Natural de Andalucía y, por consiguiente, considerado Espacio Natural Protegido. El nombre de "Las Escaleretas" le fue dado por la disposición, a modo de escalones, de las losas de piedra caliza que formaban el camino que antaño unía las vegas de Río Verde con Ronda y el Valle del Genal.

La base del tronco mide 5,10 m. de diámetro

Regresamos al camino y continuamos en subida por la pista durante un kilómetro más, hasta que esta se acaba y se convierte en un sendero muy marcado. Por ahí nos encontramos con otro de los pinsapos centenarios del Parque, el Pinsapo del Puntal de la Mesa, aunque de menor tamaño que el de Las Escaleretas. Ahí nos desviamos del sendero a la derecha para coger la cresta que nos llevaría al Cerro de Alcojada.

Subiendo hacia el Alcojada

Lo mejor de la subida eran las estupendas vistas de las sierras que caían al Mediterráneo.

 Sierra Canucha, Sierra Blanca, Sierra Real y la Sierra de las Apretaderas

Seguimos por la cresta hacia un collado, previo a la cima, desde donde ya se podía ver la cima del Cerro Alcojada, así como disfrutar también de las primeras vistas de Ronda. El Torrecilla seguía oculto por la niebla.


Subiendo el collado por su vertiente sur

Una vez subimos el collado, el cielo se nos abrió y nos dejó ver el Torrecilla en todo su esplendor, sorprendiéndonos con su cima nevada de la noche anterior.

La Alcazaba y el Torrecilla nevados

Vistas al noroeste desde el collado

Una vez superado el collado, la cima del Cerro Alcojada ya estaba a la vista. El día empezaba a clarear y pasábamos dél frío al calor en cuestión de minutos.

Nuestro primer objetivo del día ya lo teníamos delante

La ruta empezaba a ser más exigente de lo que parecía en un principio con constantes subidas y bajadas por la roca caliza.

Cerro Alcojada (1.498 m.)

La bajada en dirección hacia el Cerro Abanto fue bastante sufrida. Se hacía campo a través, atravesando infinidad de matorrales de aulagas con muchas espinas que nos dejaron marcados durante los días siguientes.

Bajando del Cerro Alcojada hacia el Cerro Abanto

Al llegar al pinar nos encontramos con una verja que subía por la misma cresta hasta la cima. El terreno ahí cambió bruscamente abandonando la caliza para entrar de lleno en una combinación de tierra rojiza y caóticas piedras peridotitas.

Precioso perfil del Torrecilla

Nos mantuvimos siempre a la izquierda de la valla, pero llegado a un punto la cosa se puso peligrosa por ese lado, con pasos bastante aéreos y arriesgados, y hubo que optar por saltar la valla hacia el lado derecho. Nos resultó difícil encontrar un resquicio o agujero por donde pasar y nos extrañó mucho lo bien remendada que estaba la dichosa verja, algo muy poco habitual. Más tarde encontraríamos la respuesta.


Camino que nos quedaba hasta la cima entre las rocas peridotitas

Ese terreno era de avance muy lento, un constante sube y baja por donde, además, después también teníamos que bajar. Afortunadamente, las copiosas lluvias del día anterior habían sido absorbidas por la aridez del terreno y las rocas no estaban muy resbaladizas.

Descansando en la cima del Cerro Abanto

Mientras descendíamos nos dimos cuenta del motivo por el cual la verja estaba tan bien remendada, aunque lo que menos nos podíamos imaginar era lo que nos encontramos de frente...



Tras el susto con el toro, volvimos a saltar la valla (sin prisa pero sin pausa) y continuamos con la bajada, entre pinos, hasta llegar a un punto en que el sendero se perdía y tuvimos que bajar por un canchal de piedra suelta bastante complicado y propenso a resbalones y caídas. De lo peor de la ruta.



Tras el torrente de piedras llegamos a un sendero que seguía descendiendo hasta que cruzaba el Arroyo de los Quejigales. Entonces, el camino comenzaba a subir por la otra vertiente hasta convertirse en un espectacular sendero de lo más atractivo para disfrutarlo en su integridad. Finalmente, el camino se unía en el cruce que habíamos dejado a la ida junto al Pinsapo del Puntal de la Mesa y, desde ahí, hasta la vuelta al coche.



Ruta muy bonita y variada, aunque algo durilla  ¡¡¡ Nos vemos por esas crestas !!!




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