sábado, 8 de diciembre de 2012

● Sierra Almijara - Subida al Cerro El Cisne

El Cisne desde  "el Olimpo"

6 de Diciembre de 2012
Ya le tenía ganas a este pico y el día de la Constitución fue el elegido para subir a esta espectacular cima que, con creces, hizo honor a su inquietante apelativo de "el K2 de la Almijara". Su perfíl ya imponía y su fama aún más, y es que los 750 mts. de desnivel ascendente en 2,8 kms. daban buena fe de lo duro que resultó su ascensión, pero solo por vistas como esta bien mereció la pena. 


Dificultad: Fácil hasta la base del cerro y difícil durante la subida (Tiempo total: 6 h. 48 min.) Distancia total: 17,2 kms. Ruta circular. Desnivel min. 488 mts. Desnivel máx. 1.488 mts. Desnivel acum. 1.266 mts.
Participantes: 13 miembros de la Sociedad Excursionista de Málaga: Rafael Blasco, Alvaro, Carlos, Domingo, Antonio C., Rafa, Antonio R. Lucie, Nathalie, Paco, María, Sandra, Joseph Jaques.
Cimas: Cerro El Fuerte (1.486 mts.)
Paisajes: Punto estratégico privilegiado para vislumbrar todas las alturas de Sierra Tejeda y Almijara. La Maroma, el Lucero, Navachica, La Cadena, El Cielo, los Civiles y el Almendrón parecen a tiro de piedra.
Accesos: Tomamos la autopista en dirección Nerja y, poco antes de llegar, nos desviamos por la salida de Frigiliana. Una vez alcanzado este pueblo, continuamos en dirección Torrox durante unos 3 kms., hasta encontrarnos un desvío a la derecha con indicaciones al Acebuchal o Puerta Verde. Nos adentramos cada vez más en la sierra y, respetando siempre los cruces a la derecha, tras otros 3 kms. llegaremos sin problemas a la aldea.
GPS: Ruta subida a Wikiloc. PULSA AQUÍ PARA DESCARGARTE EL TRACK.
Mapas: IGN 1040-IV (Cómpeta) escala 1:25.000

El Cisne desde Puerto Blanquillo

A las 7:30 era la hora de quedada en la puerta de la Sociedad Excursionista de Málaga. A cuentagotas fueron apareciendo todos los valientes y poco antes de las 8:00 pusimos rumbo hacia el pintoresco pueblo de Frigiliana, en la comarca de la Axarquía. Rápida parada para desayuar en la primera gasolinera que nos encontramos tras salir de la autovía antes de llegar a Frigiliana y raudos pusimos rumbo hacia el punto de partida de la ruta, el Acebuchal, una idílica aldea encajonada en un valle de la sierra a 6 kms. pasado Frigiliana.

 Punto de partida. Capilla San Antonio El Acebuchal, restaurada en 2007 por los vecinos

La ruta se puede dividir claramente en 3 partes: tramo de subida por el cauce del Arroyo del Acebuchal, tramo de pista de aproximación a la base del cerro y el último tramo de subida al pico del Cisne. 
Sobre las 9:30, atravesamos la aldea pasando por el bar, aún cerrado, donde comeremos a la vuelta y, tras una pronunciada curva a la derecha, comenzamos a remontar el cauce del arroyo durante unos 4 kms.

Primeros tramos de la ruta por el Arroyo del Acebuchal

Al principio el lecho del arroyo se encuentra totalmente seco, pero conforme vamos avanzando va apareciendo un pequeño canalillo de agua intermitente. A veces el cauce se estrecha y la maleza se cierra sobre nosotros dando la impresión de que nos adentramos por un angosto túnel.
Como restos de un próspero pasado, encontramos las ruinas de una calera y una venta, la Venta Cebollero, antiguo lugar de paso de los arrieros del siglo XVIII que encontraban comida y pernocta durante su duro discurrir entre Granada y Frigiliana.

Calera y Venta Cebollero

Una vez abandonamos el arroyo, nos encontramos con una amplia pista de tierra que resulta un espectacular mirador que nos desvela la vereda por donde tendremos que subir para alcanzar nuestro objetivo. Nos encontramos en Puerto Blanquillo, o Collado Blanquillo, dónde también se puede contemplar una grandiosa perspectiva de otras cimas de la Sierra Almijara, como el Lucero o la Cresta de los Civiles.

Perspectiva del Cisne desde Puerto Blanquillo

Acongoja pensar lo que nos queda por delante viendo semejante silueta desde aquí y sabiendo que es, con seguridad, la pendiente más dura que nos podemos encontrar en la provinia de Málaga y buena parte de Andalucía.


Son 2,5 kms. de pista hasta llegar al inicio del sendero de subida al Cisne. Durante el trayecto cruzaremos el Río Higuerón y el Arroyo de las Angustias y pasaremos junto al helipuerto y la balsa contra incendios, lamentablemente, tan usados en época estival.

De izquierda a derecha: Paco, Yo mismo, Domingo, Antonio, Carlos y María

Helipuerto y Balsa contra incendios

Una vez pasada la balsa, el carril ya en subida se encuentra asfaltado durante un pequeño tramo y hay que fijarse a la derecha, ojo que es fácil no percatarse, en unos hitos de piedra que marcan el inicio de la subida. Aquí es donde hay que atarse los machos.

Primeras rampas de subida

Conforme vamos ascendiendo se van formando los inevitables grupitos (como en el ciclismo) y poco a poco nos vamos internando en territorio brumoso, pasando incluso por un pequeño pinar, hasta llegar a un collado donde poder reponer fuerzas para afrontar con decisión la subida final a la cima.

Lo sufrido y agotador del ascenso es inenarrable, hay que vivirlo in situ

A partir de aquí empieza la parte técnica. Los bastones ya sirven de poco y comienza la zona de trepe. Nos metemos por un canuto espectacular entre dos tajos verticales impresionantes. Hay que ir con cuidado ya que haya mucha piedra suelta y cualquier mal paso podría resultar fatal.

Subiendo por el canuto



Antes de llegar arriba nos encontramos con una covacha o cueva pequeña de aspecto amenazador, más bien parecía la entrada a las puertas del infierno.

Covacha en el canuto

Al llegar arriba nos encontramos con una pequeña meseta, aún quedaba una última trepada al pico definitivo para llegar a la cima. Como en las buenas cimas, parecía que nunca se acababa y siempre aparecía otro pico detrás.

Por fín en la cima


En la cima y un poco decepcionados, la visibilidad era nula y el frío intenso así que recuperamos fuerzas y descansamos un poco. Pero el destino, a modo de recompensa por haber logrado llegar hasta allí, nos tenía guardado una inesperada sorpresa y es que, en cuestión de minutos, el cielo se abrió y las nubes cayeron unos metros para brindarnos un espectáculo grandioso. ¡Todos a hacer fotos como locos!

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 Magnífica foto de grupo
Al fondo, el Lucero (1.779 m.) distinguiéndose en la cima su antiguo cuartel semiderruido

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Placa conmemorativa sobre un buzón colocado en la cumbre

La bajada se hizo muy rápida pero a la vez eterna. Las piernas, ya muy machacadas, estaban al límite de sus fuerzas y había que ir con precaución.

Bajando con cuidado por el canuto

Al llegar al aroyo nos faltó correr para llegar cuanto antes a la aldea ya que nos esperaba una merecida recompensa en el Bar El Acebuchal. A las 16 en punto comenzamos a disfrutar de una excelente paella precedido de unos entrantes no menos suculentos.

Buen final en magnífica compañía para un día inolvidable


 












 


















1 comentario:

  1. Muy buena cronica y, he de decir, que tienes un blog estupendo.Enhorabuena.

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