Puntal de los Cuartos o la Buitrera (3.154 m.) - (Foto by Jon Sanz)
16 de Marzo de 2014
Para mi bautismo con la alta montaña invernal elegí confiar en un guía profesional de montaña que, no solo nos llevase a las cimas con seguridad, sino que me instruyese en las nociones y conocimientos básicos en un entorno tan poco amigable. Piolet, crampones y polainas, todo era nuevo para mí, y desde aquí vuelvo a agradecer la profesionalidad, el buen hacer y, porqué no decirlo, la gran dosis de paciencia de la que hizo acopio Jon Sanz en una jornada que tuvo de todo.
Panorámica de la ruta
Afortunadamente amaneció un día excepcionalmente claro y despejado, además de muy caluroso, algo muy poco habitual para las fechas en las que nos encontrábamos, lo que favoreció no solo el disfrute del paisaje sino sobre todo las tareas de aprendizaje y adaptación.
Por algún motivo desconocido a la cámara de fotos que llevaba se le quedó seca la batería, a pesar de haberla cargado al máximo la noche anterior, por lo que todas las fotos de este reportaje son obra de Jon Sanz.
Perfil de la ruta
Dificultad técnica: Sin nieve la ruta no tenía ninguna dificultad, pero con nieve y mucho hielo, como nos lo encontramos nosotros, el asunto cambiaba y la califiqué de dificultad media alta.
Dificultad física: por la distancia, el peso extra de la mochila y la dificultad añadida del uso y peso de las botas de alta montaña y los crampones, consideré la dificultad como alta.
Tiempo total: 9 h. 55 min. La ruta en realidad debería de haber durado unas 8 h. pero el aprendizaje y un percance imprevisto, que mencionaré más adelante, hicieron que la ruta se alargase considerablemente.
Distancia total: 19, 59 kms. Ruta circular.
Desnivel min.: 2.079 m. Desnivel máx.: 3.154 m. Desnivel Acum.: 1.281 m.
Participantes: Jon Sanz (guía), Irene, Enki y Rafael Blasco.
Cimas: Puntal de los Cuartos (o la Buitrera-3.154 m.), los Cervatillos (o Tajos Negros de Covatillas-3.115 m.) y Cerro Papeles 2.424 m.
Ubicación: La ruta discurre por el sector norte de la cuerda de los tresmiles de Sierra Nevada, en la provincia de Granada. El lugar de salida hacia el comienzo de la ruta es Güejar Sierra, un bonito pueblo serrano ubicado a 1000 m. de altitud camino de la estación de esquí de Sierra Nevada.
Paisajes: Marco incomparable de la sierra en toda su plenitud invernal. Inmejorables vistas nevadas de las caras norte de la cuerda central de los tresmiles de Sierra Nevada, desde la Alcazaba (3.369 m.) hasta el Veleta (3.396 m.) pasando por el Mulhacén, Juego de Bolos, Puntal de la Caldera o Cerro de los Machos, entre otros. Igualmente, frente a nosotros, según subimos, nos podemos deleitar con la cara oeste de los tresmiles hasta Picón de Jeréz (el tresmil más septentrional).
Accesos: Desde Málaga hasta Güejar Sierra se tardan aproximadamente 2 horas y desde Güejar Sierra al punto de partida, depende de el coche que se lleve, (entre 25 y 45 min.) estando la pista en buen estado. Cogemos dirección Granada por la A-45 y luego por la A-92 hasta Santa Fe, donde nos desviaremos por la A-329 hasta el desvío hacia Motril, siempre siguiendo las indicaciones hacia Sierra Nevada. Subimos hacia la sierra por la A-395 hasta encontrarnos con un cruce dirección Pinos Genil y luego por la GR-3200 dirección Güejar Sierra.
Abajo os podeis descargar el track en coche por la pista desde Güejar Sierra hasta el punto de inicio en la Loma Papeles.
GPS: Tracks subidos a Wikiloc. PULSA AQUÍ PARA DESCARGARTE EL TRACK LA RUTA.
PULSA AQUÍ PARA DESCARGARTE EL TRACK DEL ACCESO EN COCHE.
Mapas: Mapa del IGN, MTN50 Histórico nº 1027, Güejar Sierra (año 2006) escala 1:50.000
Distancia total: 19, 59 kms. Ruta circular.
Desnivel min.: 2.079 m. Desnivel máx.: 3.154 m. Desnivel Acum.: 1.281 m.
Participantes: Jon Sanz (guía), Irene, Enki y Rafael Blasco.
Cimas: Puntal de los Cuartos (o la Buitrera-3.154 m.), los Cervatillos (o Tajos Negros de Covatillas-3.115 m.) y Cerro Papeles 2.424 m.
Ubicación: La ruta discurre por el sector norte de la cuerda de los tresmiles de Sierra Nevada, en la provincia de Granada. El lugar de salida hacia el comienzo de la ruta es Güejar Sierra, un bonito pueblo serrano ubicado a 1000 m. de altitud camino de la estación de esquí de Sierra Nevada.
Paisajes: Marco incomparable de la sierra en toda su plenitud invernal. Inmejorables vistas nevadas de las caras norte de la cuerda central de los tresmiles de Sierra Nevada, desde la Alcazaba (3.369 m.) hasta el Veleta (3.396 m.) pasando por el Mulhacén, Juego de Bolos, Puntal de la Caldera o Cerro de los Machos, entre otros. Igualmente, frente a nosotros, según subimos, nos podemos deleitar con la cara oeste de los tresmiles hasta Picón de Jeréz (el tresmil más septentrional).
Accesos: Desde Málaga hasta Güejar Sierra se tardan aproximadamente 2 horas y desde Güejar Sierra al punto de partida, depende de el coche que se lleve, (entre 25 y 45 min.) estando la pista en buen estado. Cogemos dirección Granada por la A-45 y luego por la A-92 hasta Santa Fe, donde nos desviaremos por la A-329 hasta el desvío hacia Motril, siempre siguiendo las indicaciones hacia Sierra Nevada. Subimos hacia la sierra por la A-395 hasta encontrarnos con un cruce dirección Pinos Genil y luego por la GR-3200 dirección Güejar Sierra.
Abajo os podeis descargar el track en coche por la pista desde Güejar Sierra hasta el punto de inicio en la Loma Papeles.
GPS: Tracks subidos a Wikiloc. PULSA AQUÍ PARA DESCARGARTE EL TRACK LA RUTA.
PULSA AQUÍ PARA DESCARGARTE EL TRACK DEL ACCESO EN COCHE.
Mapas: Mapa del IGN, MTN50 Histórico nº 1027, Güejar Sierra (año 2006) escala 1:50.000
Comenzando la ruta atravesando la conocida "Puerta de Loma Papeles" - (Foto by Jon Sanz)
El punto de quedada fue el Hotel Rural Mirasierra, a la entrada del pueblo. Irene y Enki vinieron desde Sevilla, yo desde Málaga y Jon había dormido en el pueblo.
Tras las presentaciones de rigor y la comprobación del equipo y el material nos pusimos en marcha en el todoterreno de Jon hacia el punto de partida de la ruta.
Sobran la palabras de la panorámica de la cara norte de la cuerda central de los tresmiles (Foto by Jon Sanz)
Con la sonrisa en el rostro, tras unas primeras nociones básicas, encaminamos la ruta discurriendo en paralelo al Camino de la Loma de Papeles y la Acequia de Papeles, sin perder en ningún momento la perspectiva de la fachada norte de los tresmiles.
Hacia el Cerro Papeles con la Alcazaba y el Mulhacén de fondo (5º y 1º picos más altos peninsulares) (Foto by Jon Sanz)
Nuestro objetivo principal del día era la Atalaya o Pico del Cuervo (3.147 m.) que no pudimos alcanzar por circunstancias extraordinarias y tuvimos que variar el itinerario a otros tresmiles.
Antes de crestear por los tresmiles alcanzamos la loma del Cerro Papeles (2.424 m.), una extensa planicie de un blanco reluciente conocida como Llano de Rompebarrigas.
Los 3 Mosqueteros con el Veleta de fondo - (Foto by Jon Sanz)
El calor pegaba de lleno y de momento la nieve era perfecta y con ausencia de hielo. Por entonces no eran necesarios aún los guantes, piolet ni crampones e íbamos muy cómodos iniciando la subida por la Loma de Maitena.
Otro de los Colosos de Sierra Nevada, el Veleta (3.396 m.), escoltado a su izquierda por el Cerro de los Machos (3.327 m.) - (Foto by Jon Sanz)
Como bien nos comentó Jon, siempre le gustaba incluir la subida a la Atalaya entre sus itinerarios preferidos debido a lo tranquilo y solitario de la ruta, lejos de las masificaciones del Veleta y Mulhacén, lo que permitía cierta relajación para disfrutar en armonía del paisaje. Ciertamente, solo nos cruzamos con 2 montañeros que venían de regreso en todo el día.
Enki, Irene y yo mismo posando en una roca - (Foto by Jon Sanz)
Pasamos junto al Refugio de Peña Partida, desde donde venía un tramo del Sendero Sulayr procedente del Refugio de Postero Alto, y a partir de ahí, no solo se inclinaba la pendiente sino que empezaron a surgir las primeras formaciones de hielo lo que hizo necesario el uso de los crampones y el piolet.
Subiendo por la Loma de Maitena, al final ya se veía la cima del Puntal de los Cuartos - (Foto by Jon Sanz)
Jon improvisó unas nociones básicas de uso del piolet y la técnica de autodetención, así como la colocación y el uso correcto de los crampones. De la teoría pasamos en seguida a la práctica y nos fuimos a por las cimas. No obstante Jon estuvo toda la jornada corrigiéndonos y perfeccionándonos en el uso correcto del material lo que nos aportó confianza y seguridad.
Aquí quiero hacer un inciso sobre lo que le ocurrió a Enki antes de la pala final a unos 2900 m. de altitud. Venía retrasándose paulatinamente y le estaba costando seguir el ritmo del grupo. Además, el calor nos estaba pasando factura a todos ya que íbamos preparados para unas condiciones más invernales. Al llegar a la última pala el cansancio de Enki era más que evidente y además empezó a sufrir fuertes dolores de cabeza por lo que dijo que se plantaba, que no podía más y que ella se quedaba allí, y nos comentó que nosotros hiciéramos la cima mientras ella nos esperaba.
Jon, con su experiencia en estas situaciones, valoró a Enki, que solo parecía estar agotada, y la animó a continuar hasta la cima que ya estaba a la vista. Enki no se encontraba bien y finalmente decidió quedarse allí y descansar, a ver si mejoraba, mientras los demás seguimos para arriba.
En dichas circunstancias Jon, preocupado por el estado de Enki, nos comentó la posibilidad de renunciar a la cima de la Atalaya, que era la más lejana, y hacer otros tresmiles secundarios más cercanos. Irene y yo accedimos sin dudarlo. Además, Enki y Jon tenían los móviles disponibles para comunicarse entre ellos para ver su evolución o por si ella necesitara algo.
Dicho esto continuamos hacia la cima dejando la Atalaya para mejor ocasión. En lo que a mí respecta, el calor me estaba pasando factura y comenzaba a sudar a chorros y empecé a quitarme ropa que me sobraba. Irene también hizo lo mismo y Jon, tirando de orgullo vasco, incluso acabó subiendo en camiseta interior.
Subiendo las últimas palas - (Foto by Jon Sanz)
El hielo cada vez era más abundante y consistente por culpa de la acción erosiva del viento que había transformado el entorno en un paraje minado de bolas de hielo redondeadas que hacían la progresión bastante lenta.
Aspecto del paisaje helado antes de llegar a la cima - (Foto by Jon Sanz)
Sin crampones hubiera sido imposible llegar arriba por lo que para ser la primera vez que los usábamos dimos buen uso de ellos.
Irene en el Puntal de los Cuartos - (Foto by Jon Sanz)
Una vez en la cuerda disfrutamos un rato de las vistas, unas cuantas instantáneas de rigor, algo para reponer fuerzas y nos acercamos raudos a la cercana cima de los Cervatillos o Tajos Negros de Covatillas.
Vistas desde el Puntal de los Cuartos hacia el este - (Foto by Jon Sanz)
Vistas desde el Puntal de los Cuartos hacia el oeste - (Foto by Jon Sanz)
Apenas 800 m. separaban el Puntal de los Cuartos de la cima del Cervatillo que recorrimos en apenas 15 minutos.
Llegando a los Cervatillos - (Foto by Jon Sanz)
Cima de los Cervatillos o Tajos Negros de Covatillas (3.115 m.) - (Foto by Jon Sanz)
En esa segunda cima me encontraba bastante cansado debido sobre todo a la poca hidratación y al peso extra de la mochila las botas y crampones. La forma de andar con los crampones (piernas más abiertas y ligeramente flexionadas) requería un esfuerzo al que no estaba acostumbrado.
Jon intentó comunicar con Enki sin éxito y nos apresuramos para volver al Puntal de los Cuartos e iniciar la bajada.
¡¡¡ Hasta la próxima !!!
Perfil de la bajada - (Foto by Jon Sanz)
La bajada no estuvo exenta de riesgos por culpa del hielo con alguna caída sin consecuencias. Irene incluso nos hizo una perfecta demostración en vivo de la técnica de autodetención con piolet.
Nos reencontramos con Enki y nos llevamos una sorpresa muy desagradable. Su estado había empeorado bastante con fuertes dolores de cabeza, vómitos y el agotamiento físico seguía siendo persistente. Lo que parecía simple cansancio se había transformado en un claro síntoma de mal de altura con las consecuencias que conllevaba.
Jon intentó ayudarla a ir descendiendo poco a poco pero su estado físico no se lo permitía. Enki había tratado de ponerse en contacto con Jon a través del teléfono móvil pero no había cobertura.
No quedaba más remedio y la única opción era llamar al helicóptero de rescate, labor que se prolongó durante 1 hora aproximadamente.
Irene y yo nos apartamos a un collado cercano mientras Jon preparaba a Enki y buscaba un lugar propicio para que pudiera aterrizar el helicóptero.
Al cabo de un rato llegó el helicóptero y evacuó a Enki sin más contratiempos y nosotros continuamos el descenso hacia el coche. Posteriormente nos enteramos de que Enki evolucionaba favorablemente en Granada y le desaparecían los problemas lo que nos alegró bastante.
Para ser mi bautismo en alta montaña el día estaba resultando de lo más peculiar. Para colmo, y para completar una jornada cargada de anécdotas, vimos lo que Jon nos dijo que creía que podía ser un ejemplar de quebrantahuesos en pleno vuelo, una especie en peligro de extinción que se supone que desapareció de estos parajes hace 60 años.
Acabamos cansados pero muy contentos con la experiencia, salvo por el incidente del helicóptero, y, al menos en mi caso, con ganas de repetir de nuevo en otra ocasión.
Nos reencontramos con Enki y nos llevamos una sorpresa muy desagradable. Su estado había empeorado bastante con fuertes dolores de cabeza, vómitos y el agotamiento físico seguía siendo persistente. Lo que parecía simple cansancio se había transformado en un claro síntoma de mal de altura con las consecuencias que conllevaba.
Jon intentó ayudarla a ir descendiendo poco a poco pero su estado físico no se lo permitía. Enki había tratado de ponerse en contacto con Jon a través del teléfono móvil pero no había cobertura.
No quedaba más remedio y la única opción era llamar al helicóptero de rescate, labor que se prolongó durante 1 hora aproximadamente.
Irene y yo nos apartamos a un collado cercano mientras Jon preparaba a Enki y buscaba un lugar propicio para que pudiera aterrizar el helicóptero.
Al cabo de un rato llegó el helicóptero y evacuó a Enki sin más contratiempos y nosotros continuamos el descenso hacia el coche. Posteriormente nos enteramos de que Enki evolucionaba favorablemente en Granada y le desaparecían los problemas lo que nos alegró bastante.
Para ser mi bautismo en alta montaña el día estaba resultando de lo más peculiar. Para colmo, y para completar una jornada cargada de anécdotas, vimos lo que Jon nos dijo que creía que podía ser un ejemplar de quebrantahuesos en pleno vuelo, una especie en peligro de extinción que se supone que desapareció de estos parajes hace 60 años.
De regreso tras el contratiempo del helicóptero - (Foto by Jon Sanz)
Junto al Refugio de Peña Partida con las primeras sombras de la tarde cayendo sobre la Loma de Maitena - (Foto by Jon Sanz)
Una vez nos despojamos de los crampones el alivio no fue completo ya que la nieve se había reblandecido tanto por el calor que las botas se nos hundían por completo lo que requería de un esfuerzo extra para caminar en esas condiciones.
(Foto by Jon Sanz)
(Foto by Jon Sanz)
Por último, agradecer de nuevo a Jon la magnífica experiencia y recomendar sus servicios para los que queráis iniciaros en esta dura actividad que es la montaña.
He dejado un enlace permanente en la parte derecha de este blog o podeis visitar su web en el siguiente enlace:
¡¡¡ Hasta la próxima !!!
Hola Rafael,
ResponderEliminarMuchas gracias por la buenísima crónica, que viene a reflejar perfectamente las vivencias y aventuras de aquella salida tan ´interesante´ en todos los sentidos y con la que todos aprendimos tanto (además de pasarnoslo muy bien). Un saludo y hasta la próxima!